Uno de los mariscos más típicos en nuestro país es la gamba, y en concreto la gamba blanca. Sus distinguidos sabores hacen que se puedan preparar una gran cantidad de platos que dan un toque especial a cualquier mesa. Pueden cocinarse de muchos modos a la plancha, al ajillo o en multitud de platos como ensaladas, rebozadas, fritas o con gabardina.
Las gambas son productos emblemáticos en España, sobre todo, de dos zonas geográficas: la costa de Huelva, donde la gamba blanca posee una fama indiscutible y es uno de los productos más exquisitos que allí se pueden encontrar.. Y es que la Costa de la Luz posee unas condiciones medioambientales perfectas para que el marisco tenga una calidad de gran nivel. Aparte, hay que señalar, que los expertos en marisco eligen los mejores ejemplares. Un trabajo que se ha transmitido de padres a hijos.
En cambio, la gamba roja es un crustáceo localizado en los fondos de las vertientes del Mediterráneo y Atlántico sur de la Península Ibérica. Su color rosa casi rojo y el tono azulado del caparazón le dan un aspecto característico. Tiene sabor y un gusto más intenso, que explota en la boca al morder su carne firme y rebosante de aromas marinos.
¿En qué se diferencian un gamba roja de una blanca?
La preparación tanto de ambas no tiene dificultad alguna y resulta muy versátil. Sus diferencias principales son el sabor y la entereza de la carne, y que estas dependen de su alimentación; unas de crustáceos y peces muertos; mientras que la otra se nutre principalmente de algas y otras plantas marinas.
Para la venta de este producto al consumidor se siguen controles de calidad para saber en todo momento la fecha de su captura, la embarcación que la hizo y el caladero de donde procede. Obviamente desde Oisi, queremos ofrecer a nuestro consumidor lo mejor por eso, por ello somos muy estricto con este proceso, para que nuestro cliente tenga lo mejor y únicamente se ocupe de disfrutarlo.